
¿Fregadero con óxido? Descubre cómo eliminarlo
Tener un fregadero con óxido implica obtener un nido de microorganismos dañinos y un deterioro en la estética de la cocina. Por lo tanto es necesario buscar una solución cuanto antes y aquí te ofrecemos algunas opciones. No te preocupes por recetas muy complicadas, hay incluso alternativas que encontrarás en tu despensa.
¿Por qué hay óxido en el fregadero?
En la actualidad gran parte de los fregaderos se fabrican con acero inoxidable, lo cual le confiere una gran resistencia. Sin embargo, es posible llegar a presentar óxido con el tiempo por la corrosión ocasionada con el contacto constante con el agua. Para evitar que suceda muy pronto, es recomendable verificar al comprar que sea un modelo con un alto contenido de cromo.
Pero, ya sea de un modelo a otro, es algo poco probable que el fregadero se oxide. Cuando se presenta esa corrosión, normalmente se trata de manchas de óxido adquiridas por el contacto con utensilios que ya están oxidados, en cuyo caso, la idea sería eliminar dicha mancha del fregadero para que pueda quedar limpio y reluciente nuevamente.
Además, debes procurar revisar el estado de tus utensilios, porque si tienen zonas oxidadas podrían volver a afectar el fregadero, siendo necesario con frecuencia limpiar a profundidad por tal motivo el espacio.
3 posibles soluciones al problema de óxido
Un fregadero con óxido puede limpiarse con productos comerciales e incluso algunos más naturales, para que selecciones el de tu preferencia te presentamos 3 alternativas.
1. Vinagre
Primero pasa una toalla de papel humedecida por la superficie oxidada para quitar cualquier residuo suelto de óxido y la suciedad que haya. Vierte vinagre sobre la zona afectada del fregadero y deja actuar por 5 minutos (aunque es mejor dejarlo toda la noche de ser posible, ya que eso permite que el ácido del vinagre penetre mejor). Posteriormente, solo habrá que enjuagar la zona y listo; es una excelente opción para las personas que prefieren una solución sin tantos químicos.
2. Agua carbonatada
En un recipiente, vierte agua carbonatada y moja una esponja limpia con el líquido. Luego frota la zona para ayudar a remover el óxido. Seguidamente, deposita un poco del misma agua sobre el área afectada para dejar actuar algunos minutos.
Finalizado el tiempo de espera, ya el agua carbonatada habrá actuado, será momento de aclarar con agua suficiente el fregadero. Así estará listo para utilizarse sin preocuparse por el óxido.
3. Producto no abrasivo
Si las opciones anteriores no dieron el resultado esperado o prefieres pasar a un método químico, puedes recurrir a un producto no abrasivo. En el mercado podrás encontrar varias presentaciones a escoger; nunca debes usar un producto abrasivo, ya que de hacerlo se dañará el acero inoxidable y acelerará su deterioro.
Ahora, para usar un producto no abrasivo, solo debes verter un poco sobre el óxido y dejar actuar durante media hora. Con la ayuda de una esponja frota la mancha para facilitar el trabajo del químico, puedes repetir este proceso de ser necesario.
Foto de Jacek Dylag
0 comments